El trabajo de Juan Salazar, (1962), está íntimamente ligado con la escultura desde el manejo de la piedra, la talla en madera y la construcción de objetos con elementos pertenecientes al mundo de la tecnología, a los cuales, en contradicción con su utilidad práctica y cotidiana, les concede un valor conceptual dentro de la estética del siglo XX.
Su permanencia en Nueva York, durante las décadas del 80 y el 90, le permitieron explorar y asimilar diferentes formas y tendencias vigentes en el arte de dicha ciudad. En 1989, presenta en Jadite Galleries, una serie de trabajos realizados en Bronce, donde integra multiplicidad de imágenes reunidas en un mínimo espacio, la mayoría de tipo figurativo, pero determinadas por líneas y organizaciones abstractas, dentro de un sistema que se conecta con una especie de figurativismo
manierista. [128]
En la exposición "Appearance/Disappearence", realizada en 1990 en Outer Space en Nueva York, muestra un trabajo con acentos oníricos, un escape a la memoria, en el cual se entretejen algunas alusiones políticas y la dicotomia del ser humano entre la existencia y la muerte. En 1991 trabajó como escultor residente en la realización de obras para la Iglesia de San Juan el Divino, también en Nueva York. A raíz de este proyecto participó en la exposición colectiva "Secret Gardens. Cathedral Stoneworks" en la que se presentaron elementos, escultóricos, de dicho monumento arquitectónico.
A partir del año 2000 regresa a Colombia y se integra a la dinámica de la cultura local, participando en eventos artísticos como las tomas culturales y el último Salón de Amigos del Arte donde su travajo meresio el primer premio realizado en este mismo año. Su obra se mantiene dentro de los desarrollos contemporáneos del trabajo escultórico, con énfasis en la Escultura en madera. El carácter urbano de su trabajo es expresado por medio del vectores y simbologías pertenecientes a la ciudad, relacionadas con la influencia y la movilidad, el desplazamiento de sus habitantes, la mirada múltiple y la existencia de otros espacios de interacción social, propios de la estética relacional.
Del libro, Perspectivas del desarrollo de las artes plasticas en Pereira .
Su permanencia en Nueva York, durante las décadas del 80 y el 90, le permitieron explorar y asimilar diferentes formas y tendencias vigentes en el arte de dicha ciudad. En 1989, presenta en Jadite Galleries, una serie de trabajos realizados en Bronce, donde integra multiplicidad de imágenes reunidas en un mínimo espacio, la mayoría de tipo figurativo, pero determinadas por líneas y organizaciones abstractas, dentro de un sistema que se conecta con una especie de figurativismo
manierista. [128]
En la exposición "Appearance/Disappearence", realizada en 1990 en Outer Space en Nueva York, muestra un trabajo con acentos oníricos, un escape a la memoria, en el cual se entretejen algunas alusiones políticas y la dicotomia del ser humano entre la existencia y la muerte. En 1991 trabajó como escultor residente en la realización de obras para la Iglesia de San Juan el Divino, también en Nueva York. A raíz de este proyecto participó en la exposición colectiva "Secret Gardens. Cathedral Stoneworks" en la que se presentaron elementos, escultóricos, de dicho monumento arquitectónico.
A partir del año 2000 regresa a Colombia y se integra a la dinámica de la cultura local, participando en eventos artísticos como las tomas culturales y el último Salón de Amigos del Arte donde su travajo meresio el primer premio realizado en este mismo año. Su obra se mantiene dentro de los desarrollos contemporáneos del trabajo escultórico, con énfasis en la Escultura en madera. El carácter urbano de su trabajo es expresado por medio del vectores y simbologías pertenecientes a la ciudad, relacionadas con la influencia y la movilidad, el desplazamiento de sus habitantes, la mirada múltiple y la existencia de otros espacios de interacción social, propios de la estética relacional.
Del libro, Perspectivas del desarrollo de las artes plasticas en Pereira .